El polideportivo de “el pla” de elche alberga, entre otras zonas, un recinto cerrado de 5220 m2 en el que se sitúan unos vestuarios en su extremo norte y tres piscinas descubiertas en el sur. Entre ambos existe una plaza de 50×50 m2. Espacio en el que se sitúa un edificio destinado a piscina cubierta climatizada.

El acercamiento a este proyecto se realiza desde varios puntos de partida: la implantación-configuración del edificio y el juego de texturas y colores.

La implantación–configuración del edificio.

La situación del edificio es un tanto peculiar, pues ocupa parte de una parcela de uso deportivo construida en los años 80 y compuesta de un edificio de una planta para vestuarios una plaza y tres piscina descubiertas lo que condiciona la formalización del nuevo edificio debido  a la cercanía de los vestuarios existentes (aspecto negativo) y de las piscinas descubiertas (aspecto positivo).

El acceso a esta parcela está situado como fondo, como fin de recorrido, de un potente eje que parte definido como vial de tráfico rodado fuera del polideportivo y que lo atraviesa en forma de vial peatonal hasta llegar a dicho acceso.  Situados sobre la parcela, el edificio se configura a partir de un prisma de dos alturas (una bajo cota 0, galerías de instalaciones y otra sobre ella vestuarios…).

La altura de las fachadas  está estudiada de tal manera que da respuesta a las proporciones de los espacios tanto exteriores como interiores: proporciones del espacio que se genera entre el edificio existente y la nueva edificación, proporciones de las propias fachadas y proporciones de los espacios interiores.

Este prisma principal ya definido, se vacía en su tercio nor-este para:

1.- dejar paso al eje principal del polideportivo convirtiéndose en calle peatonal que conecta, tanto con la piscina cubierta como con las descubiertas.

2.- crear un espacio exterior cerrado y descubierto (jardín).

3.- incorporar un prisma secundario destinado a albergar el vestíbulo, vestuarios, enfermería, etc.

El objetivo buscado en la configuración del espacio interior de los vasos es el de transmitir serenidad; espacio de proporciones horizontales (techos bajos), utilización de la madera, tanto en la estructura como en los revestimientos acústicos que forran paredes y techo y conexión visual, a través de la fachada sur con las piscinas descubiertas y la zona ajardinada que las acompaña.

Juego de texturas y colores.

Los muros de hormigón visto del prisma principal están tratados para conseguir una textura dura, rugosa,… (encofrados de distintas maderas y distintos espesores) y de color terroso poco definido. Con ello se obtienen unos rehundidos de 2.5 cm de profundidad. En estos huecos se colocan planchas de madera, vidrio de color y acero corten.

Esta situación pone de manifiesto uno de los objetivos del proyecto; trabajar con los contrastes de texturas y colores. Las planchas de los rehundidos tienen colores perfectamente definidos, texturas lisas que contrastan con las texturas rugosas y colores poco definidos de la base de hormigón.

El prisma secundario está trabajado con hormigón  color gris claro de textura lisa sobre la que destacan los puntos de color que suponen las carpinterías.